miércoles, 6 de octubre de 2010

Amor y Matrimonio - Parte 4

Si usted hace lo opuesto a lo que la Palabra de Dios le dice que haga, destruirá la dignidad de un hombre. Usted puede tomar al hombre más bajo, al hombre más repugnante, y al hombre más indigno y en tanto que usted obedezca la Palabra de Dios y diga lo que Dios dice de él, él se parará como un príncipe ante Dios, como alguien quien hará algo para el reino de Dios.

¡Si usted ama a su esposo verdaderamente, estas cosas no son difíciles de hacer. A manera como obedece la Biblia, él en regreso hará cualquier cosa en el mundo por usted! Asi es como la relación matrimonial funciona. Es una relación de dar y tomar. Dar y tomar, dar y tomar, dar y tomar...

Pedro escribió esto sobre relaciones matrimoniales: ...Asimismo vosotras, mujere, estad sujetas a vuestros maridos; pana que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa (1 Pedro 3:1,2).

Si usted trata a su esposo de acuerdo con esta escritura, verdaderamente le tocará el corazón. Una actitud realmente cristiana en una esposa especialmente hacia un esposo no salvo, hará que él desee a Jesucristo.

De nuevo, Pedro continúa en I Pedro 3:3 y 4: Vuestro atavío no sea el extemo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del comzón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

¡No existe nada más repulsivo que una mujer bellamente adornada, vestida elegantemente, con inmaculado cuidado, elegante en apariencia externa, quien es fea y grocera y mala en lo que hace y dice!

La Biblia dice: Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo... Proverbios 11:22).

Es bueno adornarse bellamente, pero también adórnese a sí misma "en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios."

Un espíritu apacible, amable y pacífico es precioso a los ojos de Dios. Un espíritu duro, dominante y varonil no sienta bien con una mujer. ¡Sea lo que Dios intentó que fuera!

Ahora, veamos algunas escrituras concernientes al esposo:

Efesios 5:23 dice: Ponqué el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

Esta escritura no dice que el esposo debe ser el amo o el dictador. El es la cabeza—el factor guía—en la familia. Alguien tiene que ser el líder y Dios ha dicho que sea el esposo.

Mi esposa tiene una influencia muy grande sobre mí. Nosotros discutimos la cosas. Cuando usted ama a alguien, usted le escucha. Nosotros nos amamos. Nos decimos todo el uno al otro.

No tenemos secretos. Somos uno en el Espíritu. Muchas veces sus consejos me dan el equilibrio necesario.

Pero, en el análisis final, sabemos que después de orar, alguien debe tomar una decisión. Ese es el lugar del esposo. Eso no quiere decir que él lo sabe todo. Quiere decir que existe una comunión entre los dos. El esposo, como cabeza de la familia, tiene una responsabilidad con Dios por su esposa. El tiene que defenderla, guiarla y protejerla.

¡Algunos hombres ven a sus esposas tomarse hacia áreas que espiritual o moralmente son incorrectas y nunca les dicen una palabra! ¡Ellos son responsables ante Dios!

El esposo es la cabeza—el protector—"Asi como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador."

Efesios 5:24 dice: Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, asi también las casadas lo estén a sus mandos en todo.

Hombres, ciertamente si ustedes no están dispuestos a someterse a sí mismos a Cristo, entonces no deben esperar ejercer ninguna autoridad en el hogar.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:25).

¡Así es cuanto debe amar a su esposa... Así como Cristo amó la iglesia!

Una esposa no tendrá problemas en someterse a un esposo que la ama a ella tanto como Cristo ama a la iglesia. Cristo se presentaría a si mismo una iglesia en glorioso esplendor, sin mancha ni arruga o cosa semejante, que sea santa e impecable.

Es la responsabilidad del esposo ver que su esposa esté llena de esplendor y gloria, y sin falta.

Continuemos con nuestro texto en Efesios 5:28-29: Así también ¡os maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Ponqué nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia.

Usted ve, los hombres hacen estas cosas para sí mismos y también debieran hacerlas para sus esposas. Esto es, sustentarla, protejerla cuidadosamente y quererla "como también Cristo a la iglesia."

No trate a su esposa como un trapo viejo, no le hable feo, no use mal lenguaje, no la trate mal y no sea tacaño con ella y los niños. ¡Algunas esposas tienen mucho que soportar!

Efesios 6:4 habla sobre el papel del padre en el hogar: y nosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,—no les causen resentimiento —sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Colosenses 3:18-21 dice: Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres—sean cariñosos y compasivos con ellas—y no seáis ásperos con ellas. hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos—no sean duros con ellos o les acosen—para que no se desalienten.

Demuestre su afecto. Demuestre su amor. ¡Algunas personas viven como una papa fría! Tome tiempo para decir: "Te amo." Vocalice su afecto.

Recuerdo un día cuando estábamos recien casados. Me enojé con mi esposa, Dodie. ¡Decidí no asociarme con ella o hablarle en todo el día. Caminé por la casa tan pomposamente como pude hacerlo—orgulloso de estar enojado con mi esposa!

¿Sabe lo que ella hizo? Se escondió tras una puerta. Luego saltó detrás de mí cuando yo pasé por ahí. Ella saltó sobre mi espalda y me tomó del cuello. Ella gritó: "¡No te voy a soltar hasta que te des por vencido!"

Me hizo tanta gracia, que no puede seguir enojado. ¡Que maravilloso es tener una esposa que no le permite a uno estar enojado!

La Biblia dice "demuestre su afecto". Oí de un hombre que no había besado a su esposa en veinte años... ¡Le disparó a otro hombre por que él la besó!

¡Marido, usted es el único que su esposa tiene—sea afectuosos! ¡Si usted es uno de los que en el pasado creía que simplemente "no es del tipo afectuoso" está equivocado! Dios lo creó a usted. El dice que usted ES afectuoso. ¡Sea afectuoso!

El esposo debe tomar primero su lugar como la cabeza y guía de su hogar. Luego la esposa se someterá y subordinará a sí misma a aquel que la cuide.

La Primera de San Pedro 3:7 dice: ...Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas (vuestras esposas) sabiamente (en la relación matrimonial), dando honor a la mujer como (físicamente) un vaso más frágil, (y realizando que ustedes) y como cohen?deras de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Sea inteligente, tenga conocimiento de como Dios dice que usted debe vivir en su relación matrimonial. Honre a su esposa, demuéstrele afecto, permita que el amor cemente su matrimonio en Dios.

Alguna gente no puede expresar su cariño porque guarda rencor. Han guardado resentimientos en su corazón por muchos años. La Biblia dice que deben perdonarse el uno al otro.


Efesios 4:32 nos dice: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os penionó a vosotros en Cristo.

¡No sea duro o amargo!

Recuerdo a un pastor lleno de amargura en su corazón. Se hizo más y más amargo. El diablo lo convenció de que hacía lo correcto. Estaba cegado por su propia amargura hacia su esposa. El endureció su corazón. El no perdonaba. Pronto el diablo lo tenía convencido de que debía dejar a su esposa y abandonar a su familia. Era una situación triste y lastimosa. El mismo, estaba engañado porque no tenía perdón en su corazón.

No sea duro o amargo. Perdone.

Tenga una riña de vez en cuando. Díganse el uno al otro lo que piensan. No se enoje y guarde la cólera en su corazón. Nadie puede vivir junto con otro por mucho tiempo sin tener unas cuantas discuciones. Simplemente vocalice sus problemas. Discútalos abiertamente. Luego reconozcan que se aman. Permita que el amor reine en su matrimonio.

Haga lo que Dios le dice que haga en Su Palabra. El sabe lo que funciona. ¡El lo creó a usted!

Una vez estaba teniendo grandes problemas con mis sentimientos heridos hacia una persona. Mi esposa me auydó en esta situación. Ella me exhortó a actuar en amor (I Juan 4:20). Ella me ayudó a ver que yo necesitaba amar a esa per¬sona. Cuando lo hice, yo estaba obedeciendo la
Palabra de Dios. Me ayudó.

Como podría perseguir uno a mtL y dos hacer huir a diez mil (Deuteronomio 32:30). No hay un par mejor que un esposo y una esposa.


¡Dé gracias a Jesús por su compañero!

Nosotros tenemos al Espíritu Santo para que traiga una demostración de que Satanás es un adversario vencido.


¡Escuche! Mientras que usted está demostrando la derrota de Satanás y ayudando a otros, no permita que el diablo le haga resbalar a usted. Como una serpiente él tratará de destruir y arruinar todo lo que usted ama.

Cuando usted sale a hacer el trabajo de Dios y Dios le está bendiciendo y usando, el diablo está enojado. El hará todo lo posible por pararlo. El lo detendrá de cualquier manera que pueda.

Oiga esta palabra profética del Señor:

Repara tus cercas. Repara tus cercas. Ten cuidado. Se sobrio. Está alerta. El enemigo ve bien tu casa. El la estudia y por sus estrategias planea su batalla. El está intensamente preocupado por lo que tú estas haciendo por el reino de Dios. Asi que, ten cuidado. Cuidado. Se sobrio. Está alerta. Repara tus cercas. Repara tus cercas. Proteje lo que Dios te ha dado. Demuestra tu autoridad sobre el enemigo en tu propio hogar.

lunes, 23 de agosto de 2010

Amor y Matrimonio - Parte 3

Si usted hace lo opuesto a lo que la Palabra de Dios le dice que haga, destruirá la dignidad de un hombre. Usted puede tomar al hombre más bajo, al hombre más repugnante, y al hombre más indigno y en tanto que usted obedezca la Palabra de Dios y diga lo que Dios dice de él, él se parará como un príncipe ante Dios, como alguien quien hará algo para el reino de Dios.

¡Si usted ama a su esposo verdaderamente, estas cosas no son difíciles de hacer. A manera como obedece la Biblia, él en regreso hará cualquier cosa en el mundo por usted! Asi es como la relación matrimonial funciona. Es una relación de dar y tomar. Dar y tomar, dar y tomar, dar y tomar...

Pedro escribió esto sobre relaciones matri¬moniales: ...Asimismo vosotras, mujen?s, estad sujetas a vuestros maridos; pana que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin pala¬bra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa (I Pedro 3:1,2).

Si usted trata a su esposo de acuerdo con esta escritura, verdaderamente le tocará el corazón. Una actitud realmente cristiana en una esposa especialmente hacia un esposo no salvo, hará que él desee a Jesucristo.

De nuevo, Pedro continúa en I Pedro 3:3 y 4: Vuestro atavío no sea el extemo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del comzón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

¡No existe nada más repulsivo que una mujer bellamente adornada, vestida elegantemente, con inmaculado cuidado, elegante en apariencia externa, quien es fea y grocera y mala en lo que hace y dice!

La Biblia dice: Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo... Proverbios 11:22).
Es bueno adornarse bellamente, pero también adórnese a sí misma "en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios."

Un espíritu apacible, amable y pacífico es precioso a los ojos de Dios. Un espíritu duro, dominante y varonil no sienta bien con una mujer. ¡Sea lo que Dios intentó que fuera!

Ahora, veamos algunas escrituras concernientes al esposo: Efesios 5:23 dice: Ponqué el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.

Esta escritura no dice que el esposo debe ser el amo o el dictador. El es la cabeza —el factor guía— en la familia. Alguien tiene que ser el líder y Dios ha dicho que sea el esposo.

Mi esposa tiene una influencia muy grande sobre mí. Nosotros discutimos la cosas.

Cuando usted ama a alguien, usted le escucha. Nosotros nos amamos. Nos decimos todo el uno al otro.

No tenemos secretos. Somos uno en el Espíritu. Muchas veces sus consejos me dan el equilibrio necesario.

Pero, en el análisis final, sabemos que después de orar, alguien debe tomar una decisión. Ese es el lugar del esposo. Eso no quiere decir que él lo sabe todo.

Quiere decir que existe una comunión entre los dos. El esposo, como cabeza de la familia, tiene una responsabilidad con Dios por su esposa. El tiene que defenderla, guiarla y protejerla.

¡Algunos hombres ven a sus esposas tomarse hacia áreas que espiritual o moralmente son incorrectas y nunca les dicen una palabra! ¡Ellos son responsables ante Dios!

El esposo es la cabeza—el protector—"Asi como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador."

Efesios 5:24 dice: Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, asi también las casadas lo estén a sus mandos en todo.

Hombres, ciertamente si ustedes no están dispuestos a someterse a sí mismos a Cristo, entonces no deben esperar ejercer ninguna autoridad en el hogar.

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella (Efesios 5:25).

¡Así es cuanto debe amar a su esposa... Así como Cristo amó la iglesia!

Una esposa no tendrá problemas en someterse a un esposo que la ama a ella tanto como Cristo ama a la iglesia. Cristo se presentaría a si mismo una iglesia en glorioso esplendor, sin mancha ni arruga o cosa semejante, que sea santa e impecable.

Es la responsabilidad del esposo ver que su esposa esté llena de esplendor y gloria, y sin falta.

Continuemos con nuestro texto en Efesios 5:28-29: Así también ¡os maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama.

Ponqué nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia.

Usted ve, los hombres hacen estas cosas para sí mismos y también debieran hacerlas para sus esposas. Esto es, sustentarla, protejerla cuidadosamente y quererla "como también Cristo a la iglesia."

No trate a su esposa como un trapo viejo, no le hable feo, no use mal lenguaje, no la trate mal y no sea tacaño con ella y los niños. ¡Algunas esposas tienen mucho que soportar!

Efesios 6:4 habla sobre el papel del padre en el hogar: y nosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos,—no les causen resentimiento —sino cnadlos en disciplina y amonestación del Señor.

Colosenses 3:18-21 dice: Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.

Maridos, amad a vuestras mujeres—sean cariñosos y compasivos con ellas—y no seáis ásperos con ellas.

Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor.

Padres, no exasperéis a vuestros hijos—no sean duros con ellos o les acosen—para que no se desalienten.

Demuestre su afecto. Demuestre su amor. ¡Algunas personas viven como una papa fría!

Tome tiempo para decir: "Te amo." Vocalice su afecto.

Recuerdo un día cuando estábamos recien casados. Me enojé con mi esposa, Dodie. ¡Decidí no asociarme con ella o hablarle en todo el día. Caminé por la casa tan pomposamente como pude hacerlo—orgulloso de estar enojado con mi esposa!

¿Sabe lo que ella hizo? Se escondió tras una puerta. Luego saltó detrás de mí cuando yo pasé por ahí. Ella saltó sobre mi espalda y me tomó del cuello. Ella gritó: "¡No te voy a soltar hasta que te des por vencido!"

Me hizo tanta gracia, que no puede seguir enojado. ¡Que maravilloso es tener una esposa que no le permite a uno estar enojado!

La Biblia dice "demuestre su afecto". Oí de un hombre que no había besado a su esposa en veinte años... ¡Le disparó a otro hombre por que él la besó!

¡Marido, usted es el único que su esposa tiene—sea afectuosos! ¡Si usted es uno de los que en el pasado creía que simplemente "no es del tipo afectuoso" está equivocado! Dios lo creó a usted. El dice que usted ES afectuoso. ¡Sea a-fectuoso!

El esposo debe tomar primero su lugar como la cabeza y guía de su hogar. Luego la esposa se someterá y subordinará a sí misma a aquel que la cuide.

La Primera de San Pedro 3:7 dice: ...Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas (vuestras esposas) sabiamente (en la relación matrimonial), dando honor a la mujer como (físicamente) un vaso más frágil, (y realizando que ustedes) y como cohen?deras de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.

Sea inteligente, tenga conocimiento de como Dios dice que usted debe vivir en su relación matrimonial. Honre a su esposa, demuéstrele afecto, permita que el amor cemente su matrimonio en Dios.

Alguna gente no puede expresar su cariño porque guarda rencor. Han guardado resentimientos en su corazón por muchos años. La Biblia dice que deben perdonarse el uno al otro.

Efesios 4:32 nos dice: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os penionó a vosotros en Cristo.

¡No sea duro o amargo!

Recuerdo a un pastor lleno de amargura en su corazón. Se hizo más y más amargo. El diablo lo convenció de que hacía lo correcto. Estaba cegado por su propia amargura hacia su esposa. El endureció su corazón. El no perdonaba. Pronto el diablo lo tenía convencido de que debía dejar a su esposa y abandonar a su familia. Era una situación triste y lastimosa. El mismo, estaba engañado porque no tenía perdón en su corazón.

No sea duro o amargo. Perdone.

Tenga una riña de vez en cuando. Díganse el uno al otro lo que piensan. No se enoje y guarde la cólera en su corazón. Nadie puede vivir junto con otro por mucho tiempo sin tener unas cuantas discuciones. Simplemente vocalice sus problemas. Discútalos abiertamente. Luego reconozcan que se aman. Permita que el amor reine en su matrimonio.

Haga lo que Dios le dice que haga en Su Palabra. El sabe lo que funciona. ¡El lo creó a usted!

Una vez estaba teniendo grandes problemas con mis sentimientos heridos hacia una persona. Mi esposa me auydó en esta situación. Ella me exhortó a actuar en amor (I Juan 4:20). Ella me ayudó a ver que yo necesitaba amar a esa per¬sona. Cuando lo hice, yo estaba obedeciendo la Palabra de Dios. Me ayudó.

Como podría perseguir uno a mil y dos hacer huir a diez mil (Deuteronomio 32:30). No hay un par mejor que un esposo y una esposa.

¡Dé gracias a Jesús por su compañero!

Nosotros tenemos al Espíritu Santo para que traiga una demostración de que Satanás es un adversario vencido.

¡Escuche! Mientras que usted está demostrando la derrota de Satanás y ayudando a otros, no permita que el diablo le haga resbalar a usted. Como una serpiente él tratará de destruir y arruinar todo lo que usted ama.

Cuando usted sale a hacer el trabajo de Dios y Dios le está bendiciendo y usando, el diablo está enojado. El hará todo lo posible por pararlo. El lo detendrá de cualquier manera que pueda.

Oiga esta palabra profética del Señor:

Repara tus cercas. Repara tus cercas. Ten cuidado. Se sobrio. Está alerta. El enemigo ve bien tu casa. El la estudia y por sus estrategias planea su batalla. El está intensamente preocupado por lo que tú estas haciendo por el reino de Dios. Asi que, ten cuidado. Cuidado. Se sobrio. Está alerta.

Repara tus cercas. Repara tus cercas. Proteje lo que Dios te ha dado. Demuestra tu autoridad sobre el enemigo en tu propio hogar.

Demuestra amor. Entonces podrás hacer un trabajo mucho más grande para Dios. Si tú no protejes tu hogar, entonces mientras tú andes afuera haciendo el trabajo del Señor, el enemigo te cortará la linea de provisión, y te traerá la ruina.

¡¡¡Proteje tu hogar!!!

sábado, 21 de agosto de 2010

Amor y Matrimonio - Parte 2

Smith Wigglesworth. un hombre podero-samente usado por Dios dijo: "Después de Dios, todo lo que soy en mi ministerio se lo debo a mi esposa." Y siguió contando que cuando era un plomero exitoso en Inglaterra, haciéndose próspero al arreglar las viejas mansiones y casas allí, algunas veces trabajaba siete días por semana. Dice que se enfrió en su espíritu, y realmente se volvió hacia atrás.

Ahora, cuando usted se echa hacia atrás y no anda en comunión con Dios, no está interesado en las cosas de Dios. Y cuando alguien lo está, le trae convicción a usted.

"Vas mucho a la iglesia," le dijo a su esposa.

"No puedes ir más. Conozco suficiente sobre la Biblia para saber que el hombre es la cabeza de la mujer. Debes obedecerme. Y yo dije, 'no irás a la iglesia,' así que no irás más."

Ella sonrió dulcemente y dijo: "Ahora, Smith. tú eres la cabeza de este hogar, y eres mi esposo. Lo que digas en esta casa se hace. Y sabes tanto como yo que yo no te descuido a ti o a los niños, o la casa en ninguna forma. Pero tú no eres mi Señor. Jesús es mi Señor. Y la Biblia nos dice que no dejemos de congregarnos. La Biblia me dice que vaya a la iglesia y yo voy a ir."

"Bueno," relató él, "Yo rabiaba y protestaba y prácticamente maldecía. Y finalmente un día le dije: "Si vas esta noche—te dejaré afuera." Pero ella fue—y la dejé afuera. Ella no tenía la llave de la casa y no pudo entrar. A la mañana siguiente bajé, abrí la puerta de atrás, y ahí estaba, toda envuelta en su abrigo, arecostada de espalda contra la puerta. Había estado ahí toda la noche. Cuando abrí la puerta, casi cae dentro de la cocina. Pero ella saltó, sonrió y dijo: '¿Bueno, cariño, cómo estás esta mañana?'

Ella fue tan amable y dulce, pero me hubiera sentido mejor si se hubiera enojado conmigo. Pero no lo hizo. Sólo preguntó: '¿Qué quieres para el desayuno?' Y me preparó mi desayuno favorito.
"Está bien, está bien," le dije, "Estoy equivocado."

"Ella tan sólo me mostró el amor de Dios.

Pero al mismo tiempo se mantuvo firme. Si ella hubiera dejado la iglesia y me hubiera seguido a mí, ambos estaríamos en problemas."

Lo he visto ocurrir. En los 12 años que he sido pastor he oído a mujeres decir: "Mi esposo no quiere que venga a la iglesia. En vez quiere que vaya aquí y haga tal y cual. Yo pensé que quizá lo gane." Y vi a esas mujeres hecharse hacia atrás con sus esposos. Con el tiempo, algunas regre¬saron a tener comunión con Dios, pero no recuer¬do a ninguna de quien su esposo fue salvado.

Pero por otro lado, recuerdo a muchas mu¬jeres fieles en esas iglesias, quienes tenían a matones por esposos que les habían prohibido venir a la iglesia.

Una mujer en particular, tuvo un tiempo terrible. Pero si usted necesitaba inspiración, y si estaba tratando de predicar y el culto parecía muerto—todo lo que tenía que hacer era mirarla a ella, y le inspiraría a predicar. Su rostro siempre resplandecía como una señal de neón.
Una noche mi esposa me dijo: "¿Cariño, notaste los pies de la hermana María?"

"No, no los noté. ¿Había algo malo?"

"Bueno," ella dijo. "Es que tenía solo galochas puestas." ¡Galochas! No ha llovido en un mes. ¿Por qué estaba usando sus galochas!" "Joe no quería que ella viniera a la iglesia. El estaba enojado y le escondió sus zapatos."

El creyó que si le escondía sus zapatos, ella no iría. Pero ella se puso sus galochas y siguió adelante. Estoy seguro que si él le hubiera botado las galochas, ella hubiera venido descalza.
Ella era una mujer mansa, pero la recuerdo diciéndome: "No lo quiero dominar en ninguna forma. El es mi esposo y lo respeto. El es el padre de mis hijos y yo les enseño a respetarlo. Pero él no está tomando el lugar que debe tomar. No está interesado en las cosas de Dios, y no viene a la iglesia. Parece que yo tendré que tomar la iniciativa. ¿Hago mal?"

"No," le dije, "No hace mal. Está haciendo lo correcto."


Se mantuvo firme. Después me contó como le había dicho: "Joe, no estoy tratando de quitarte autoridad. Pero yo voy a mantener a estos niños en la escuela dominical y en la iglesia. Si te siguieran a ti estarían apostando y tomando. Y otra cosa, debemos orar en la mesa. Nos sentamos y empezamos a comer como cerdos. Antes de que comamos, voy a orar."
Ella no le preguntó si podía—ella dijo: "Lo voy ha hacer." Y en la próxima comida, ella lo hizo.

Uno de los niños se fijó y le dijo:

"Mamá, Papi estaba allí sentado con una mirada perpleja expresando enojo." Pero, después de unas cuantas veces, empezó a inclinar su cabeza y a cerrar sus ojos junto con ellos.

Luego me contó que ella le dijo: "Joe, deberíamos leer la Biblia en este hogar, y debes ser tú el que lo haga. Pero no lo estás haciendo, así que antes de que nos acostemos cada noche, voy a leer un capítulo y a orar con los niños. Si estás aquí, deberías tener suficiente respeto hacia mí y los niños para sentarte y escuchar."

Ella dijo que algunas veces escuchaba. Pero al principio, cuando ella y los niños se arrodillaban para orar, él se quedaba sentado. Después de un tiempo, se levantaba de su silla y se arrodillaba también.

¡Gracias a Dios ella defendió su posición! Hasta donde yo sé, cada uno de sus niños era un cristiano. Y alguien me dijo que Joe se salvó cuando tenía cerca de sesenta años.

¡Usted nunca lo logrará, comprometiéndose con el diablo en ninguna forma!

Necesitamos un cierto equilibrio en estas áreas. Un esposo no puede revocar ninguno de los mandamientos del Señor. El no es Señor sobre la conciencia de su esposa—el Señor Jesucristo lo es.

Una esposa debe ser sincera en sus creencias aún, si es necesario, al costo de perder a su esposo si él no tolera su devoción a Cristo.

Es una tragedia lo que ocurre en nuestros días. Los hogares de ministros están siendo destruidos, l^a Biblia dice: "Las casadas estén sujetas a sus propios maridos..." Los hogares son destruidos porque un esposo o esposa se ha adaptado a sí misma al esposo o esposa de otra persona.

¡Necesitamos orar los unos por los otros!

Necesitamos adherimos a la Palabra de Dios en estos asuntos.

Efesios 5:33 es una escritura clave para las esposas. Le ayudará a cualquier mujer a hacer de un hombre lo que él debería ser en Dios. Es el arma más poderosa disponible a la mujer de hoy. Dice: Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido,—que le preste atención, lo considere, lo honre, lo prefiera, lo venere y estime; y que le obedezca a él, alabe, y ame y admire sobremanera.

Los hombres sólo son niños en cuerpos grande. ¡Aprecian el ser notados!

Esto dice que una esposa debe honrar y respetar a su esposo. No hay nada más desdeñoso que una mujer avergonzando a un hombre en público. Ella debe hacerle reverencia a él como al representante de Dios en el hogar. ¡Ella debe demostrar respeto!

No hable de los malos rasgos de su esposo. ¡Usted lo va a convertir exactamente en lo que usted dice que él es! Estímelo, respételo, préstele atención, hónrelo, prefiéralo y elogíelo. ¡¡¡Alábelo, ámelo y admírelo sobremanera!!!

¡Dios conoce mejor a la mujer y al hombre porque El los creó!

jueves, 15 de abril de 2010

Amor y Matrimonio - Parte 1

Dios estableció el hogar aún antes de la iglesia. Dios intentó que el hogar fuera el cielo en la tierra. Es un ejemplo de la relación que El desea para Su iglesia.

Estamos viviendo en días cuando los hogares han sido rotos. El divorcio existe en todas partes. Vivimos en días cuando satanás está atacando especialmente a hogares de ministros y aquellos que sostienen posiciones de autoridad en la iglesia. Satanás está tratando de meter la cuña de discordia en cada familia, especialmente en aquella que quiere hacer algo para Dios.

Hay una embestida, un ataque unido de Satanás a los hogares del mundo. A él le gustaría hundir, arruinar, dividir y destruir todo hogar.

A través de la enseñanza de la Palabra de Dios, usted puede aprender como vivir una vida cristiana. Usted puede aprender como Dios desea que sea la relación de su matrimonio. Queremos compartir algunas verdades que creemos le ayudarán en estas áreas.

Génesis 2:7 nos dice (en la Biblia Amplificada en inglés): Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente.

Después de que el hombre fue puesto en el huerto de Edén, Génesis 2:18 dice: Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo...

¡No es bueno que el hombre esté solo!

Porque Dios podía ver que no era suficiente o satisfactorio que el hombre estuviera solo, El dijo: "Le haré ayuda idónea para él."

Ahora, ésta ayuda que Dios hizo era "idónea" para el hombre. En hebreo la palabra "idónea" quiere decir que ella fue adaptada especialmente para convenir al hombre. Ella era lo que haría al hombre completo. ¡Ningún hombre o mujer es completo por si solo!

Volvamos a leer la historia de la creación de la mujer: Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.

Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne: ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne "(Génesis 2:21-24).

Dios dice que Su Palabra debe ser nuestra enseñanza en cada área de nuestra vida.

Segunda de Timoteo 3:16 dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para ensenar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.

Mientras estudiamos la Palabra, permita que la misma le hable a su corazón. ¡Ajuste su vida a ella y descubrirá gozo indescriptible en su familia!

Veamos algunas escrituras que se relacionan con el papel de la esposa en la relación matrimo¬nial. Efesios 5:21 y 22 dice: Someteos unos a otros en el temor de Dios. Las casadas estén sujetas—sean sumisas y adáptense—a sus propios maridos, como al Señor.

Vivimos en una época que la sociedad llama "liberación femenina." Esto es rebelión.

La Biblia dice: "Las casadas estén sujetas..." Ahora, eso no quiere decir que sean esclavas o que un hombre sea tiránico hacia una mujer.

La Palabra de Dios dice: "Adáptense..." Acomódense a la vida de su esposo y a lo que él quiera hacer como un servicio al Señor. ¡Usted no puede tomar a un grupo de mulas y que una vaya en una dirección y la otra en otra! Una tiene que ser el líder para guiar la dirección de las cosas.

Una mujer quiere a un hombre capaz de proteger y cuidar de ella. Es entonces cuando ella puede deleitarse en todo lo que Dios desea que ella sea. Ella puede estar segura en saber que Dios ha puesto a alguien encargado de ciertas cosas. Alguna gente dice: "¡Bueno, gracias a Dios, nadie me va a gobernar a mí!" Nadie le quiere mandar. Sólo le quieren hacer un favor.

Dios dice que en el hogar la esposa debe someterse al esposo. Eso quiere decir que debe adaptarse a su esposo.

Supongamos que cuando Dios me habló para hacerme el pastor de nuestra iglesia, Dodie dijera: "No lo voy a hacer." En realidad cuando Dios me dijo que pastoreara nnuevamente, ninguno de los dos estábamos muy emocionados. En sí misma, Dodie retrocedió. Ella había estado enferma y no podía imaginar asumir tan grande responsabilidad. ¡Pero a medida que se adaptó a mi llamado, descubrió que Dios sabe lo que es mejor! ¡Al ella obedecer a Dios, su salud fue fortalecida!

Kenneth Hagin escribe un interesante relato de sumisión en su libro titulado La pregunta sobre la mujer.

En el capítulo 3, él dice: No es un argumento sensato el decir que toda esposa siempre debe obedecer a su esposo en todo. Como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo (Efesios 5:24).

La Palabra de Dios nos dice que en la boca de dos o tres testigos debe establecerse toda palabra (Deuteronomio 17:6; 19:15; II Corintios 13:1). Usted debe tomar en cuenta las enseñanzas de la Biblia entera. No debemos tomar un solo texto y crear una doctrina sobre éste.

Quiero repetir—no es un argumento sensato el decir que toda esposa siempre debe obedecer a su esposo en todo. Algunos hombres son tan difíciles que demandarían cosas de sus esposas que no deben ser concedidas. Si un hombre enfurecido mandara a su esposa a matar a sus hijos, ninguna persona sensata obedecería.

¡Bueno, si no tiene que obedecer eso, hay muchas cosas más a las que ella no tiene que obedecer— porque son incorrectas! Un esposo no puede revocar ninguno de los mandamientos del Señor.


jueves, 25 de marzo de 2010

Como Demostrar la Derrota de Satanás - Parte 6


¡Satanás es un enemigo derrotado!

Poco después de que fui lleno del Espíritu Santo, yo viajaba para ministrar y predicar. Iba solo a otras ciudades. Mi familia se quedaba en la casa. Cada vez que llamaba por teléfono, me daba cuenta que toda mi familia estaba enferma. Esto pasaba tan a menudo que ya no quería llamar a la casa porque sabía que todos estarían enfermos.

Yo era un ejemplo tan pobre de lo que predicaba y creía. Yo estaba en el campo evangelístico predicando el grande, libre y pleno Evangelio; orando por los enfermos, la gente estaba siendo sanada, ¡y mi familia en casa estaba sufriendo!

Cada vez que me estaba preparando para un viaje, aparecían los síntomas. Un día me sobrecogió una ira santa. Era el Espíritu Santo dentro de mí que se levantó al ver al diablo atormentar a mi familia. Mi espíritu se rebeló contra esa enfermedad. Mientras estaba en la sala, levanté mis manos y declaré: "¡Es suficiente! ¡Es suficiente! ¡Es suficiente! ¡No voy a permitir esto más. He terminado con esta enfermedad en el nombre de Jesús!"

Reuní a mi familia. Oramos en cada cuarto de la casa. Declaramos que la sangre de Jesús cubría nuestra casa. Luego marchamos afuera juntos y declaramos que la sangre de Jesús cubría toda nuestra propiedad, cada pulgada de nuestra tierra.

¡Gracias a Dios, quebrantamos el poder de Satanás en nuestro hogar!

¡Toda enfermedad se fue! ¡Desde entonces nunca he tenido un mal reporte de mi hogar!

Usted no tiene que tolerar los ataques de Satanás.

¡Usted puede demostrar su derrota!

Como ve, USTED decide el permitir al poder de Dios fluir en usted por el Espíritu Santo para que pueda demostrar al mundo que Satanás es un enemigo derrotado.

Empiece con su vida personal.

USTED debe echar fuera demonios en el nombre de Jesús (Marcos 16:17).

USTED debe poner sus manos sobre los enfermos y ellos sanarán (Marcos 16:18).

¡USTED debe resistir al diablo y él huirá! (Santiago 4:7)


USTED debe ponerse la armadura de Dios (Efesios 6:13).

USTED debe predicar el Evangelio al mundo (Marcos 16:15).

USTED debe hablar en lenguas (Marcos 16:17).

USTED DEBE LEVANTARSE Y ACTUAR

— ¡USTED DEBE HACERLO!

Al empezar a experimentar esta victoria en su vida, luego deseará empezar a moverse hacia el mundo necesitado, hacia los caminos y las sendas, los pueblos y las ciudades y hacer algo para ayudar a otros. Al hacerlo, el Espíritu Santo se levantará dentro de usted para traer una demostración de que Jesús hará lo que El dice que hará en Su Palabra.

Lucas 4:18 revela el secreto de ser usado por el Espíritu Santo. Jesús dijo: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para:

.. .dar buenas nuevas a los pobres.

.. .sanar a los quebrantados de corazón.

.. .pregonar libertad a los cautivos.

...vista a los ciegos.

.. .poner en libertad a los oprimidos.

.. .predicar el año agradable del Señor.

EL ESPÍRITU DEL SEÑOR ESTA SOBRE USTED POR CUANTO EL LE HA UNGIDO PARA:

...dar buenas nuevas a los pobres.

...sanar a los quebrantados de corazón.

...pregonar libertad a los cautivos.

...vista a los ciegos.

.. .poner en libertad a los oprimidos.

...predicar el año agradable del Señor.

Ahora, ¡vaya a llevar las buenas nuevas a los pobres!

Jesús nos ordenó: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15).
Vaya a ayudar al quebrantado de corazón. Lleve sanidad a los que están sufriendo. Al permitir al Espíritu Santo levantarse en su espíritu, encontrará que la compasión de Cristo empezará a fluir como una suave corriente de sanidad hacia los necesitados.

Mucha gente está atada por fuerzas demoníacas en nuestra generación. Jesús dijo: "En mi nombre echarán fuera demonios" (Marcos 16:17). Al empezar a estudiar la Palabra de Dios y comenzar a verse usted mismo sentado en lugares celestiales con Cristo Jesús, y al empezar a ejercitar esa autoridad que ya es suya, ¡los cautivos serán libertados!

Esta es la demostración que Dios desea que usted lleve al mundo.

No dé su espalda a la humanidad doliente, moribunda y quebrantada. ¡Dentro de usted reside el poder de Dios! Usted tiene la Respuesta que ellos buscan y Su Nombre es JESÚS. El ha escogido fluir hacia el mundo a través de usted. El se ha propuesto levantado a usted a una nueva dimensión de victoria en su propia vida personal.¡¡¡Y Su deseo es que usted more en El de tal forma QUE PUEDA TRAER AL MUNDO UNA DEMOSTRACIÓN DE QUE SATANÁS ES UN ENEMIGO DERROTADO!!!

jueves, 18 de marzo de 2010

Como Demostrar la Derrota de Satanás - Parte 5

Poder del Espíritu Santo

Durante los primeros días de la iglesia, a través del libro de los Hechos, los creyentes sabían de su poder sobre el enemigo. ¡Ellos hablaban con autoridad! No contendían continuamente con el hostigamiento satánico.

¡Hablaban con el poder del Espíritu Santo y los demonios obedecían al instante! ¡Ellos demostraron al mundo la derrota de Satanás.

Nosotros tenemos al bendito Espíritu Santo dentro de nosotros. Pablo escribió: ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? (I Corintios 3:16). ¡Tenemos al Dios Todopoderoso dentro de nosotros! ¡Tenemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo morando dentro de nuestro ser!

Colosenses 2:10 dice: Y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.

Quiero compartir con usted una historia que tiene relación con este mismo principio: en los comienzos de nuestro matrimonio, mi suegro decidió que nos compraría un auto. ¡Qué buena noticia era esa! Estábamos tan felices de tener esa ayuda de nuestros buenos familiares.

¡Sólo pensar en tener un auto totalmente pagado en esos días era algo muy emocionante!

Pueden estar seguros que nos dio "fiebre de auto" muy pronto. Pensábamos en autos, hablamos sobre autos, soñábamos con autos, y buscamos autos por varias semanas. Ya que iba a ser pagado completamente, queríamos estar seguros de conseguir uno bueno.

Finalmente después de semanas de buscarlo, nos decidimos por cierto modelo y orgullosamente lo llevamos a casa y lo estacionamos en el garaje.

Pocos días después de haber conseguido el auto, tuve esta experiencia: estando en la casa, puse atención a la radio que estaba encendida y el locutor anunciaba algo. Escuché con cuidado para descubrir que él estaba describiendo un automóvil nuevo para la venta. Habiendo estado tan interesado en autos en esos días, escuché atentamente lo que decía. Lo empecé a escuchar después de que había empezado a anunciar y no supe de que auto hablaba. Cuando lo escuché nombrar todas las maravillosas características del auto, sentí algo en mi corazón. Sabía que había cometido un error al comprar el auto que estaba en el garaje. Pensé, Oh, si sólo hubiera esperado hasta oír este anuncio sobre este auto maravilloso con todas sus cualidades, no habría cometido el error que he cometido.

Yo estaba tan decepcionado al pensar en mi auto en el garaje. Como deseaba haber esperado para conseguir éste que habían descrito. Parecía que era mucho mejor.

Luego, para mi gran sorpresa, cuando el hombre terminó con su anuncio y dio la marca y el modelo del auto que tan maravillosamente había descrito, ¡yo tenía ese mismo auto en mi garaje! ¡Yo ya tenía exactamente el mismo auto!

Como ve, yo tenía algo maravilloso en mi garaje, ¡pero no sabía como apreciarlo totalmente hasta que alguien que conocía más sobre él de lo que yo sabía, lo describiera!

¡Necesitamos saber lo que tenemos en nuestros garajes! Con eso, quiero decir que necesitamos saber que es lo que tenemos en nuestras vidas cuando tenemos al Espíritu Santo. Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo, pero muchas veces no apreciamos ese Gran poder hasta que alguien que lo entiende nos muestra el poder maravilloso y la habilidad de esta Persona que vive en nosotros.

Dios tiene conocimiento sobre el Espíritu Santo.

Cuando Dios empieza a decirnos lo que tenemos dentro de nosotros como santos, nos ayudará a entender quienes somos en este mundo.

¡Una ama de casa llena del Espíritu Santo tiene tanto poder y autoridad para demostrar la derrota de Satanás como cualquier apóstol, profeta o pastor en el mundo! No busque a algún individuo especial que pueda traer liberación a aquellos que usted encuentra.

Cuando nos enfrentamos a las obras de Satanás respecto a posesión, obsesión y opresión, la Biblia dice que debemos demostrar el poder de Dios.

La Biblia nos enseña que Satanás es un enemigo derrotado, pero usted debe actuar, sobre la Palabra de Dios. ¡Conozca lo que tiene en su garaje y úselo!

Usted tiene el poderoso Espíritu de Dios en su vida para ayudarle a levantarse y ser victorioso en cada situación. Usted tiene la Palabra de Dios, que le instruye, y le muestra como moverse en el poder de Dios.

La Segunda de Timoteo 3:16 dice: Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia.

Por ejemplo, si usted tiene una aspiradora y no sabe para que sea o cómo usarla, no le es de ningún provecho aunque la tenga. No le es de ninguna utilidad si no tiene un manual de instrucciones. Quizá la lleve afuera y trate de cortar el césped con ella. ¡Puede conectarla y empujarla todo el día y no le cortará ni una sola hoja de pasto!

¡Mucha gente ha tratado de conseguir que el Espíritu Santo haga algo fuera del propósito que Dios tiene al poner al Espíritu Santo en nosotros! ¡¡ ¡Lea su manual de instrucciones!!! ¡¡El manual es la Biblia!!

Usted puede demostrar la derrota de Satanás

El Espíritu Santo está en nosotros para demostrar que Satanás es un enemigo vencido. Jesús dijo: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor (Lucas 4:18-19).

Jesús dijo que a través del Espíritu Santo, ¡NOSOTROS TRAERÍAMOS AL MUNDO UNA DEMOSTRACIÓN DE QUE SATANÁS ES UN ENEMIGO DERROTADO! (Juan 16:8,11) No nos toca a nosotros derrotar a Satanás— ¡Jesús ya lo ha hecho! ¡Nosotros tenemos que demostrar que la obra YA HA sido hecha y que todo creyente puede vivir una vida victoriosa!

martes, 16 de marzo de 2010

Como Demostrar la Derrota de Satanás - Parte 4

Las llaves del Reino

Yo sé que Satanás tenía las llaves de los reinos del mundo, porque cuando él le mostró a Jesús todos los reinos del mundo, él tenía las llaves. El diablo dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares (Mateo 4:9).

¿Quien se lo entregó? Todos sabemos que Adán lo hizo. El se vendió al diablo y le entregó las llaves. Adán ya no era el dios de este mundo, sino que Satanás vino a ser el dios de este mundo y se guardó las llaves.

Yo no sé todo lo que sucedió cuando Jesús descendió a las regiones tenebrosas del infierno, pero sé que cuando Jesús salió, El era el vencedor. Juan, en la isla de Palmos le vio vestido con una larga túnica, y ceñido por el pecho con un cinto de oro. Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego; y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un homo; y su voz como estruendo de muchas aguas.—¡Hermoso y Poderoso! (Apocalipsis 1:13-16)

Jesús dijo: el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades (Apocalipsis 1:18).

Jesús tenía las llaves de ese tenebroso reino infernal.

Gracias a Dios, ¡Cristo no se las guardó! Representando a la Iglesia, Jesús se volvió a Pedro y le dijo: Pedro, pronto aunque no lo entiendes ahora, te voy a dar las llaves del reino—a ti, a la Iglesia, a cada creyente. Las daré en el Espíritu Santo. 'Y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo ¡o que desatares en la tierra será desatado en los cielos' (Mateo 16:19).

¡Tenemos las llaves del Reino en el Espíritu Santo!

Gálatas capítulo tres dice: Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu (Gálatas 3:13-14).

Dios siempre ha estado de nuestro lado. Dios está por nosotros. Cuando Jesús vino, Su nombre sería "Emmanuel" que significa "Dios con nosotros." Dios está por nosotros. ¡El estaba con nosotros, y ahora El está EN nosotros!

Jesús dijo: Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre (Juan 14:16). Cuando ellos recibieron el Espíritu Santo, la Biblia declara que: Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís (Hechos 2:33). ¡Ese era el Espíritu Santo!

Después que Jesús ascendió al Padre y roció Su sangre, se nos concedió el derecho de que nuestros cuerpos se convirtieran en templos de ese mismo, poderoso, Espíritu Santo. Podíamos participar de la dinámica, sobrenatural, y abundante energía que Jesús tuvo durante Su vida terrenal.

Jesús conocía el poder del Espíritu Santo. El sabía que era algo tan bueno y maravilloso que El vino a la tierra como un hombre a demostrarlo para luego morir para que nosotros lo pudiésemos tener.

Jesús quiere que nosotros tengamos la experiencia de imponer las manos a un ciego y verle saltar de gozo; saber lo que significa decir por el Espíritu Santo, "Satanás, vete" ¡y verlo huir! El quiere que sepamos y veamos lo maravilloso que es que Dios obre a través nuestro. Jesús sabía que esto nos traería gozo. El quiere que libremos al cautivo, ganemos al perdido, y seamos su canal de bendición.

Jesús dijo: Yo por el Espíritu de Dios hecho fuera los demonios (Mateo 12:28). ¡Jesús demostró la derrota de Satanás por el Espíritu Santo!

Lea Mateo, Marcos, Lucas y Juan y verá a un Jesús quien se enfrentó al diablo con el Espíritu Santo y la Palabra de Dios. El dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad (Lucas 13:12). El le ordenó a los demonios con una palabra y ellos le obedecieron. Legiones salieron de un hombre (Marcos 5:9).

¡Jesús lo hizo todo por el mismo Espíritu Santo que está en usted y en mí! El dijo que podríamos hacer todo lo que El hizo y aún más. En Juan 14:12 la Biblia dice: De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.