El legado de John Osteen

Estoy muy agradecido por John Osteen, uno de los padres del movimiento de fe, y una de las primeras grandes espirituales de mi vida, desde que leí sus libros en 1980.

En este blog quiero honrar su memoria y colocar sus enseñanzas para que las nuevas generaciones no pierdaan ssu legaado.

John Osteen sirvió al Señor Jesucrito como pastor, evangelista, autor, y maestro durante sesenta años.

Al principio de su ministerio recibió su ordenación como pastor en la Iglesia Bautista del Sur, pero cuando recibió el bautismo con el Espíritu Santo en 1958, su ministerio fue revolucionado de tal maanera que llegó a tener un alcance mundial.

Empezó la Iglesia Lakewood en Houston, Texas, en una sucia y abandonada tienda de alimentos, en el día de las madres de 1959.

Su lema desde sus humildes inicios fue No hay Límites.

otra de sus legendarias frases Alcanzando al no alcanzado y hablando al que no ha escuchado fue el sello de su extraordinario sueño de alcanzar hasta el último rincón de la tierra con el mensaje de la Palabra y amor de Dios.

Durante su ministerio en Lakewood, sus mensajes llenos de fe y del poder de Dios tocaron la vida de millones de personas.

Fue considerado como un Pastor de Pastores por miles de pastores, evangelistas, y lideres de iglesias por su honestidad, integridad, y su deseo por conocer más profundamente a Dios que le hicieron ganar el respeto y la admiración de líderes cristianos alrededor del mundo.

Viajó extensamente por todo el mundo, llevando la buena Palabra de Dios, respaldada con sanidades y demostraciones del poder a gente de todas las naciones.

Duante 16 años pudimos verlo semanalmente por la televisión en un extraordinario programa que alcanzó con el Evangelio a millones en todo el mundo.

Su gran número de libros, casetes, y vídeos son distribuidos hoy por todo el cuerpo de Cristo.

Gracias John Osteen por cederte al llamado de Dios y traer bendición a millones de personas, en especial para mi.

Parafraseando tu despedida a en cada programa ya que no te veremos aquí, te veremos en el cielo.

El Ciberpastor